El sistema financiero le brinda diversidad de formas para ahorrar, invertir o financiarse, lo importante es saber elegir una entidad que cuente con opciones a la altura de sus necesidades y con la seguridad de que podrá dormir tranquilo.
“¡Fácil, rápido y sin papeleos!”, ¿le suena conocida esta frase? Sin duda, es tentadora, pero también es un llamado a armarse de una lupa para mirar bien qué hay detrás de eso tan bueno que le prometen, antes de dar un paso que pueda quitarle la paz.
En sus manos está encontrar los productos de ahorro o crédito que se adapten a sus metas y le permitan alcanzarlas de manera segura. Lo primero y más importante es identificar cuáles son los productos financieros que hay en el mercado para que tome la decisión correcta:
Productos financieros formales
Son aquellos que le permiten ahorrar adecuadamente y le dan tranquilidad porque tiene el respaldo de una entidad controlada por la Superintendencia Financiera.
Entre los de ahorro están las cuentas de ahorro, las de ahorro programado y los CDT. Los de crédito pueden ser de libre inversión, de libranza o microcrédito, entre otros.
Productos informales
Son los créditos o soluciones que ofrecen prestamistas informales, como los “gota a gota”, las “cadenas”, los préstamos entre familiares y personas cercanas, etc.
Estas modalidades ponen en riesgo su estabilidad económica, debido a los altos intereses y a la falta de garantías legales.
La mejor garantía de que sus recursos queden en manos responsables está en decidirse por una entidad regulada por la Superfinanciera.
