Identifica en qué etapa se encuentra tu negocio para desarrollar planes de acción

Existencia: el negocio está comenzando, aún no tiene suficiente cantidad de clientes o se depende de un gran cliente. La liquidez es muy frágil aún y se mezcla el dinero del negocio con el personal, las soluciones siempre son de corto plazo y está en riesgo la supervivencia del proyecto permanentemente.

Consejo 1: revisa tu oferta de valor, en qué te diferencias de tu competencia, ¿cómo le estás sumando beneficios a tu producto o servicio?, ¿qué tanto conoces a tus clientes? Recuerda que la magia de esta etapa está en conocer al cliente y a sus necesidades.

Supervivencia: aparece el personal y surgen preguntas nuevas ¿cómo ser buen líder o lideresa?, ¿cómo trabajar en equipo? La confianza en las nuevas personas es un factor complejo porque habitualmente quién ha fundado la empresa es quien más trabaja y quien más conoce los procesos.

Consejo 2: debes documentar todo, escribir cada proceso detalladamente permitirá que pueda buscar apoyo y delegar labores para dedicarse a hacer crecer el proyecto. Escribe lo que esperas que haga cada cargo, de esa manera quienes lleguen a la empresa sabrá que debe hacer o qué expectativas hay por cumplir.

Crecimiento y madurez: Se ha alcanzado un punto muy cercano a la tranquilidad, ya se conocen los procesos y hay liquidez para invertir. Las empresas en este punto tienden a tomar riesgos para crecer pronto, contratan más personal pero muchas veces la gerencia no está en capacidad de solucionar problemas más grandes y requiere formación o asesoría.

Consejo 3: es importante apoyarse en expertos en los temas que no tienes conocimientos, la mirada limpia de quien está fuera y que conoce otras empresas, permite que se oxigene la conversación. Las asesorías deben cubrir todos los aspectos posibles, mercadeo, recursos humanos, finanzas, distribución de esa manera se podrán entrelazar opiniones para formar una estructura más fuerte.