El Banco W en alianza con la Fundación Ecopazífico estamos desarrollando una serie de contenidos y transmisiones LIVE para juntos convertirnos en los héroes y las heroínas que necesita el medio ambiente para proteger la vida en este, nuestro planeta Tierra.
En esta ocasión, te contaremos cómo podemos darles manejo a los residuos orgánicos desde cualquier lugar ¿sabes por qué es importante? porque si nos acostumbramos a separar los residuos orgánicos de los reciclables y de los sanitarios, vamos a ayudar a disminuir el gas metano que se emite desde los rellenos sanitarios en las ciudades, el cual es un potente gas de efecto invernadero cuyo poder de calentamiento es 80 veces mayor que el dióxido de carbono.
Por otra parte, cuando aprendemos a manejar los residuos orgánicos de forma urbana y/o comunitaria, contribuimos también a aumentar el contenido de materia orgánica del suelo fijando carbono, lo que contribuye a frenar el cambio climático.
Recordemos que los residuos orgánicos son todos aquellos que se descomponen naturalmente con el tiempo como lo son:
Las cáscaras o la piel de frutas y verduras
Sobras de alimentos cocidos o crudos
Las podas del jardín, hojas secas, flores marchitas.
Aserrín
Cenizas
Carbón
Servilletas usadas
Cartón y papel sin tintas pesadas.
Los papeles con tintas pesadas son, por ejemplo, los papeles de regalo. Recordemos que las cajas plastificadas con brillo o escarcha no son reciclables. Así como, no podemos considerar como cartón los paquetes Tetra Pak.
En casa producimos, principalmente, dos tipos de residuos orgánicos:
¿Qué debemos hacer con los restos de alimentos crudos sin procesar?
Podemos crear una compostera casera urbana haciendo uso de 2 canastillas (talla recomendada para un apartamento con 2 personas).
Cubrimos la base de la canastilla con cartón y sobre ella, hacemos una capa con tierra. Luego, hacemos una cama de hojas o podas.
Licuamos los residuos orgánicos crudos y la agregamos a nuestra compostera casera.
Recordamos que aquí también podemos disponer de las servilletas usadas, del papel periódico y de las hojas de papel siempre y cuando no contengan tintas pesadas.
¿Has preparado lasaña? ¿sí verdad? Pues es justo lo que vamos haciendo con este método de compostaje: Hacemos una capa con cartón, luego otra con tierra, después ponemos una capa de residuos orgánicos licuados, luego otra de podas, servilletas usadas y así sucesivamente. Lo ideal es que las mezclemos una vez a la semana.
Para aprovechar los residuos orgánicos crudos, también podemos usar el método Bokashi, para ello necesitamos de 2 baldes: Uno con agujeros y el otro sin agujeros con tapa. La idea es que el de agujeros quepa dentro del otro.
Los restos de residuos orgánicos los vertemos sobre el balde de agujeros y tapamos ambos baldes para acelerar el proceso de descomposición y evitar también que se produzcan mosquitos. Por los agujeros, se irá produciendo un líquido que conocemos como lixiviado, el cual, es un abono altamente nutritivo para abonar nuestras plantas.
Si queremos acelerar el proceso de descomposición, podemos agregar lombrices de tierra sobre los residuos orgánicos.
Ahora bien, te preguntarás qué podemos hacer con los restos o sobras de alimentos cocinados
Idealmente, estos no deben ir a nuestra compostera casera, a menos que sea una cantidad mínima.
Si vives en la ciudad y tienes un restaurante, puedes preguntarles a tus vecinos si quieren las sobras para alimentar a mascotas, de no contrario, si no pueden aprovecharse así, la recomendación es que las sobras las botemos en bolsas verdes conforme a la Resolución 2184 de 2019 que nos invita a todos los colombianos y colombianas a separar los residuos.
Por otra parte, si vives en el campo y tienes animales de granja como cerdos o gallinas, las sobras de alimentos también se las puedes dar de comer a ellos.
Dime qué consumes y te diré quién eres
Ya te darás cuenta de cómo ganamos consciencia sobre lo que comemos, cocinamos y desechamos cuando empezamos a separar nuestros residuos desde casa. Es importante que nos hagamos conscientes de lo que consumimos y del impacto que esto genera.
Según el informe Driven to Waste de la organización WWF o Fondo Mundial para la Naturaleza, se estima que cerca de 2,500 millones de toneladas de alimentos se desperdician anualmente, lo que también genera el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero que atrapan el calor causadas por las personas.
Ya sabemos que mucho del desperdicio ocurre en nuestra propia cocina y en los negocios de alimentos como restaurantes o supermercados, pero esto es solo una parte de la historia. Rara vez se analiza una de las etapas del flujo del desperdicio de alimentos: todo aquello que nunca logra salir de las granjas y que equivale a 1,200 millones de toneladas de alimentos ¿impresionante verdad?
Si vivimos en el campo, es muy fácil lidiar con los residuos orgánicos, pues hay mucho más espacio para disponer correctamente de ellos. Sin embargo, tanto para el compostaje urbano o en el campo, es importante procurar siempre un equilibrio entre el carbono y el nitrógeno. El carbono lo aportan todos esos elementos que ya están algo secos, como, ramas, troncos, aserrín, cenizas, hojas secas, e incluso cartón y servilletas usadas, mientras que el nitrógeno lo aportan todos los residuos frescos que salen de la cocina y las podas verdes del jardín.
También es importante …
Sin importar el método de compostaje que elijamos realizar, es importante mezclar o revolver una vez por semana para así crear un efecto anacrónico en el suelo, el cual, ayuda a que los microorganismos que descomponen estos residuos, reciban más oxígeno y se reproduzcan para acelerar el proceso.
Recordemos que también:
- Podemos agregar a nuestra compostera son: el aserrín, las cenizas y el carbón.
- Nuestra compostera debe estar húmeda por no mucho.
- Si vivimos en el campo, hay quienes les gusta agregar orina a la compostera por su alto contenido de nitrógeno y cuando se requiere humedecerla.
- Las cáscaras de huevo las podemos guardar en un recipiente aparte en la nevera. Cando este se llene, podemos licuar las cáscaras y con ese polvo, abonar nuestras plantas y jardines.
- Las cáscaras de banano también aportan mucho potasio a las matas y plantas. Estas las podemos dejar en agua y con ésta regar nuestros jardines, huertas y árboles.
Ahora bien, si vives o vas a la selva, es muy sencillo disponer de los residuos orgánicos, es simplemente cuestión de crear un hoyo cerca de algún árbol en el patio o jardín y depositar ahí todos los restos de comida que se produzcan al cocinar o incluso, de las cocinas de restaurantes. Esta es una práctica que la Fundación Ecopazífico promueve entre las comunidades de las áreas costeras y remotas de nuestro país. Inclusive, para las personas con hoteles y negocios en este tipo de territorios, les aconsejamos buscar al vecino más cercano que tenga cerdos para darles sus restos de comida cocinados y depositar los restos de comida crudos en un hoyo en sus predios.
¿Cómo podemos evitar moscas y mosquitos?
Muchas personas se preocupan por los vectores y animales que pueda generar compostar. Sin embrago, siempre y cuando nuestras composteras estén cubiertas y las cubramos con hojas, ramas, aserrín o incluso cartón, evitaremos que se produzcan vectores y malos olores.