La disciplina positiva es un estilo de crianza que aporta herramientas a los padres para criar de manera consciente, basándose en el amor y el respeto y no en el miedo y el dolor. Te hablaremos del impacto positivo que tiene esta forma de educar y de cómo puedes empezar a aplicar estas herramientas en tu familia.
Para algunos la disciplina positiva es la ausencia de limites o normas, pero es todo lo contrario, esta forma de educar busca que los hijos aprendan a afrontar los retos y desafíos de la vida, a partir de una crianza sin violencia y desde el respeto. Se trata de un conjunto de principios en el que se explican las formas de actuar y se da valor a las emociones, pero esto no quiere decir que no existan reglas o que no podamos decirles que no a nuestros hijos.
Te compartimos algunos consejos de expertos para poner en práctica una crianza positiva:
Los padres son el principal modelo
Si queremos que nuestro hijo sea una persona responsable, respetuosa, autónoma, resiliente y empática, debemos darle ejemplo. En la crianza respetuosa el cambio inicia en los adultos, es decir, todo lo que desees que hagan tus hijos/as deberías preguntarte si tú lo haces. Los padres son el principal modelo a seguir en manejo de emociones, solución de problemas, conductas saludables.
Mirada horizontal entre padres e hijos
Cuando tus hijos estén afectados por alguna situación es importante bajarte a su nivel y conectar con ellos a través del contacto visual, el contacto físico y la presencia plena. Tú eres su principal fuente de seguridad.
Generar motivación interna no externa
Los métodos de crianza que se enfocan en los castigos violentos o en los premios para que el niño haga lo que deseamos no son adecuados porque la fuente de motivación es externa y esto genera que, a largo plazo cuando los niños llegan a la adolescencia y luego a la adultez, dependan de la aprobación externa para actuar. La motivación interna es enseñarles a tus hijos a reconocer su propia voz y el poder de sus acciones, por ejemplo, cuando haga algo bien, lo puedes animar diciéndole “lo lograste y describir lo que logró” eso permite que reconozca sus habilidades y no dependa de nadie.
Dejar claros los límites
La autoridad se gana dejando claras las normas y haciéndolas cumplir con firmeza, no a través del miedo. Es importante dialogar y que los hijos entiendan el sentido de las reglas, la razón por la que debe cumplirlas y permitirle tomar decisiones. Así el niño participa en su educación y es consciente de la explicación de sus padres.
Aprender a pedir perdón
Enseñarles a reconocer los errores y a aprender de ellos es fundamental en la crianza de nuestros hijos. El error debe ser visto como una oportunidad para mejorar. Si vemos el error como un fallo de nuestros hijos o nuestra crianza, es muy difícil educar desde el respeto.
Cambiar la forma tradicional de crianza sí es posible cuando aprendemos el lenguaje de los niños y las niñas y conocemos sus necesidades en cada etapa, encontrando en cada situación una oportunidad para que el niño aprenda una habilidad que le permita desarrollarse y construirse como persona.
En el siguiente video te compartimos más información sobre la disciplina positiva y algunos pasos para aplicarla: