Las redes sociales no solo sirven para conectarnos con amigos y familiares, también es un punto de encuentro en donde podemos vender y comprar productos en segundos o simplemente podemos usarlas para informarnos de lo que acontece en el mundo, pero ¿qué pasa cuando no les damos un uso responsable y racional?
En los últimos años se ha descubierto que las redes sociales tienen su lado oscuro, y sin un uso consciente pueden convertirse en un problema grave para nuestra salud mental. Los adolescentes y niños son los que más están en riesgo, pero personas de todas las edades pueden llegar a sufrir ataques de ansiedad, depresión, baja autoestima, problemas de concentración, ciberacoso o trastornos del sueño por el mal uso de redes como Facebook, Instagram, Youtube y otras.
Aunque los especialistas no se ponen de acuerdo si existe algo llamado “adicción a las redes sociales”, si puede decirse que el consumo promedio de esas plataformas es muy alto, especialmente en los más jóvenes. Según investigaciones recientes puede llegar en promedio a las nueve horas diarias.
Las redes sociales están diseñadas para que pasemos el mayor tiempo posible mostrando un contenido personalizado y revisando el de otros que nos atrae de sobremanera. La desconexión con la realidad, las imágenes de cuerpos y vidas perfectas va creando un ideal de belleza que es imposible de alcanzar, afectando a largo plazo la autoestima y estabilidad emocional de las personas.
A pesar de todos estos aspectos negativos, también hay cosas muy buenas que suceden en las redes sociales como el sentido de pertenencia, comunidades alrededor de una pasión, la comunicación instantánea con los seres queridos. Por eso es importante encontrar el equilibrio y seguir las siguientes recomendaciones para navegar en las redes sin afectar nuestra mente.
En el siguiente podcast podrás encontrar más recomendaciones para cuidar tu salud mental en las redes sociales