4 tips para sentirte más conectado contigo y con los demás

UNA MANO AYUDA A OTRA MANO

Los seres humanos somos interdependientes y desde el colegio nos empiezan a hablar sobre la importancia de considerar a todos los seres vivos como parte de un solo ser; como un todo; en el que también entendemos que seres vivos no solo somos las personas, sino que hacemos parte de un ecosistema donde los animales y las plantas hacen parte de ese gran todo.

En la medida que vamos creciendo nos hacemos conscientes de la importancia de buscar nuestra plenitud, de fortalecer nuestra autorrealización, de encontrar nuestro propio camino, pero también nos vamos desviando de ese gran propósito interior en el afán de suplir unas necesidades externas que nos alejan de esa visión de lo que nos rodea y llena el corazón, y aunque podría parecer que es una posición individualista en un entorno en el que hacemos parte de un ecosistema, debemos encontrar el equilibrio entre crecer como individuos y aportar el entorno en el que nos encontramos.

La mejor manera de crecer como seres humanos es conectándonos con todos los seres que nos rodean y hacen parte de nuestras vidas, apoyando su proceso, entendiendo que detrás de toda reacción hay una razón y dejando que lo que hemos aprendido fluya para que todos nos beneficiemos.

¡No separemos lo que debe estar unido!

Vamos a dejarte 4 ejercicios que te ayudarán a conectarte con tu entorno y buscar tu crecimiento integral.

Reconoce el esfuerzo de las demás personas, todas buscan lograr lo mejor para sus familias y sus propias satisfacciones personales. La forma de reaccionar de las personas, de acuerdo con sus emociones, no debe ser una razón para dejar de ver el valor de los demás.

Reconoce que a tu alrededor convives con las plantas y los animales, que tienen un propósito importante en nuestro desarrollo. También, recuerda que, así como trates a estos seres, es el trato que tienes hacia ti mismo, ya que hacen parte de todo lo que eres.

La generosidad es una manera de hacer fluir las buenas intenciones. Si tienes la posibilidad de ayudar a otra persona, aunque no sea alguien conocido para ti, ¡No lo dudes! A veces no podemos con todo, y si la vida te puso en ese mismo camino es para entregar lo mejor de ti a esa persona.

Identifica uno de tus talentos y enséñalos, pueden ser cosas muy sencillas que para ti son cotidianas, pero para otras personas puede ser algo totalmente desconocido como cocinar, hacer arreglos en la casa, incluso pegar botones.

La conexión con nuestro entorno y con nosotros mismos nos ayuda a ser mejores, a aportar positivamente al entorno, sociedad y todos los seres con los que convivimos.

Aquí te dejamos un cortometraje que nos muestra que no hay mejor alimento para el alma, que ayudar a los demás: