Nuestros Empresarios
Inicié con las bandas marciales en el colegio, participé con orquestas y grupos locales. Me radiqué en San José de Costa Rica para estudiar percusión latina, luego regresé al país y viajé a Cali para enamorarme de su cultura musical. Seguí capacitándome y el viaje se prolongó por ocho años más. Esa fue una oportunidad que tenía que aprovechar para transmitir conocimiento y crear empresa.
Empecé Salsa al Barrio en un parque, y de la forma más rudimentaria logré cautivar a la gente, a los chicos de la cuadra y todo empezó a fluir. Llegué a donde quería estar hasta que necesité encontrar una manera de capitalizarme para montar un estudio; fue así como por simple curiosidad conocí al Banco W.
Me siento muy orgulloso de mi tierra, sus jóvenes talentos y su rica herencia musical. Gracias al ahorro y al acceso crediticio, mi sueño de niño de darles a otros jóvenes la escuela que nunca tuvieron, se sigue haciendo realidad.
Nuestros Empresarios
Inicié con las bandas marciales en el colegio, participé con orquestas y grupos locales. Me radiqué en San José de Costa Rica para estudiar percusión latina, luego regresé al país y viajé a Cali para enamorarme de su cultura musical. Seguí capacitándome y el viaje se prolongó por ocho años más. Esa fue una oportunidad que tenía que aprovechar para transmitir conocimiento y crear empresa.
Empecé Salsa al Barrio en un parque, y de la forma más rudimentaria logré cautivar a la gente, a los chicos de la cuadra y todo empezó a fluir. Llegué a donde quería estar hasta que necesité encontrar una manera de capitalizarme para montar un estudio; fue así como por simple curiosidad conocí al Banco W.
Me siento muy orgulloso de mi tierra, sus jóvenes talentos y su rica herencia musical. Gracias al ahorro y al acceso crediticio, mi sueño de niño de darles a otros jóvenes la escuela que nunca tuvieron, se sigue haciendo realidad.