Nuestros Empresarios
Aristóbulo Zuluaga
Tienda El Buen Vecino
Manzana 92 lote 9 Cantaclaro
Esta frase de mi natal Antioquia ha estado en mi mente por bastante tiempo. Llegué a Montería hace 12 años, siempre con las ganas de hacer crecer un negocio en el que soy mi propio jefe; empecé con tiendas hasta que hace 5 años, me metí en algo más.
Tienda El Buen Vecino, un granero en realidad, cuyo nombre me encantó; vecinos y visitantes encuentran casi cualquier cosa que necesiten de la canasta familiar. Aquí trabajo con mi esposa e hija y con las utilidades le monté un negocio a mi hijo.
En esta vida siempre hay que tomar riesgos y apostar a que las metas se cumplan; ¡eso sí!, con trabajo duro y la confianza en hacer crecer el dinero. La metáfora del huevo y el pollo es simple: un huevo cuesta $300, cuando nazca valdrá $1000 y cuando la gallina empiece a poner huevos… ¡Haga cuentas!
No importa si hay competencia, si la economía es dura, el pueblo siempre necesita comida, productos de aseo y atender necesidades básicas… Si uno no se arriesga a invertir, se queda toda la vida en lo mismo, con miedo y cumpliendo el sueño de otro.
Nuestros Empresarios
Aristóbulo Zuluaga
Tienda El Buen Vecino
Manzana 92 lote 9 Cantaclaro
Esta frase de mi natal Antioquia ha estado en mi mente por bastante tiempo. Llegué a Montería hace 12 años, siempre con las ganas de hacer crecer un negocio en el que soy mi propio jefe; empecé con tiendas hasta que hace 5 años, me metí en algo más.
Tienda El Buen Vecino, un granero en realidad, cuyo nombre me encantó; vecinos y visitantes encuentran casi cualquier cosa que necesiten de la canasta familiar. Aquí trabajo con mi esposa e hija y con las utilidades le monté un negocio a mi hijo.
En esta vida siempre hay que tomar riesgos y apostar a que las metas se cumplan; ¡eso sí!, con trabajo duro y la confianza en hacer crecer el dinero. La metáfora del huevo y el pollo es simple: un huevo cuesta $300, cuando nazca valdrá $1000 y cuando la gallina empiece a poner huevos… ¡Haga cuentas!
No importa si hay competencia, si la economía es dura, el pueblo siempre necesita comida, productos de aseo y atender necesidades básicas… Si uno no se arriesga a invertir, se queda toda la vida en lo mismo, con miedo y cumpliendo el sueño de otro.