Nuestros Empresarios
Trabajé para varias personas, y cuando se me presentó la oportunidad de tener mi propio negocio, tenía miedo de no ser capaz; sin embargo, mi jefe de aquel entonces me dio alas al decirme: “Teresa, usted sí puede”.
Tenía miedo porque iba a comenzar con las uñas, como dicen por ahí, pero organicé el local e inmediatamente me puse a producir mi primer barco como independiente, y me demoré casi tres días. Lo impresionante no fue la demora, sino que mi primer cliente me dijo “me gusta” y me lo compró antes de que se secara el barniz.
Ese tipo de detalles me dieron la confianza para entender que mis artesanías tenían buena salida.
Antes hacía un barco artesanal en tres días, ahora fabrico un centenar a la semana y tengo a la mejor vendedora a mi lado: una hermosa hija que sabe conquistar al cliente al momento de vender.
Nuestros Empresarios
Trabajé para varias personas, y cuando se me presentó la oportunidad de tener mi propio negocio, tenía miedo de no ser capaz; sin embargo, mi jefe de aquel entonces me dio alas al decirme: “Teresa, usted sí puede”.
Tenía miedo porque iba a comenzar con las uñas, como dicen por ahí, pero organicé el local e inmediatamente me puse a producir mi primer barco como independiente, y me demoré casi tres días. Lo impresionante no fue la demora, sino que mi primer cliente me dijo “me gusta” y me lo compró antes de que se secara el barniz.
Ese tipo de detalles me dieron la confianza para entender que mis artesanías tenían buena salida.
Antes hacía un barco artesanal en tres días, ahora fabrico un centenar a la semana y tengo a la mejor vendedora a mi lado: una hermosa hija que sabe conquistar al cliente al momento de vender.